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"La inclusión sólo es inclusión cuando se da en absolutamente todos los espacios".

Gema López es Responsable de los Centros Ocupacionales de Zaragoza de Fundación ADISLAF.

Zaragoza, 16 de febrero de 2020 | Alumnas y alumnos del Centro de Creación de Adislaf asistieron en la Sala López al concierto de Karma 13, grupo zaragozano de Pop-Rock con quienes este centro ha realizado varias colaboraciones musicales. Es esta una gran oportunidad para hablar de inclusión y socialización en espacios informales, tema que abordamos con Gema López, Responsable de los Centros Ocupacionales de Zaragoza.

PREGUNTA. No es la primera vez que los alumnos y alumnas colaboran con Karma 13 y otros colectivos, porque es muy beneficioso para la actividad formativa del Centro de Creación y para sus propios usuarios, pero la asistencia al concierto ha sido especialmente emocionante para vosotros. ¿Por qué es tan importante la presencia de personas con discapacidad intelectual en estos espacios?

RESPUESTA. Es algo un poco más complejo de lo que puede parecer a primera vista. En realidad no somos conscientes de todos los “pasitos” que cualquier persona necesita dar para comprar algo que necesitamos, pagar un impuesto, consultar un libro en la biblioteca o, también, asistir a un concierto. Se trata de una serie muy amplia de micro acciones para las que necesitamos ciertas habilidades que parece que siempre estuvieron ahí, pero que en realidad son aprehendidas.

Por ejemplo, para ir a un concierto, lo primero que necesitamos es saber identificar que una sala de música es un recurso al que podemos acceder y que nos permite desarrollar una serie de actividades que son beneficiosas para nosotros, como son el ocio, la comunicación social, etc. Para poder acceder tenemos que conocer su situación, contactar con ella y seguir los pasos requeridos para poder entrar, entre otras miles de cosas. Puede parecer un proceso obvio, además de lógico, pero para las personas con discapacidad no tiene por qué ser sencillo.

Al realizar este tipo de actividades cotidianas estamos trabajando todas las habilidades necesarias para ello, la comunicación, la afectividad, el uso de recursos de la comunidad o incluso el propio disfrute del ocio. En definitiva, estamos trabajando todos estos “pasitos” que comentábamos y que son imprescindibles para el funcionamiento social de todas las personas, tengan o no una discapacidad.

P. Sin embargo, cuando hablamos de inclusión estamos hablando de un proceso bidireccional, relacional entre la persona y la sociedad…

R. Por supuesto, por eso decimos que sucede con todas las personas. El problema de la inclusión estriba en que se produce un “marcaje”, una diferenciación añadida y que no tiene que ver con las propias características de estas personas.

P. ¿Por eso es fundamental la convivencia en todos los espacios?

R. Eso es. Mediante la convivencia, y es algo que tiene que darse efectivamente en todos los espacios, incluido el lúdico, las personas con discapacidad obtienen muchos beneficios, sentimiento de pertenencia, autoestima, y bienestar y felicidad, en última instancia. Pero el resto de la sociedad también se beneficia de ello. En primer lugar, la convivencia supone una ruptura de los estereotipos y de los estigmas, ese “marcaje” del que hablamos. Y se produce en para empezar porque la mezcla y el contacto nos lleva directamente a aprender cómo son las personas con discapacidad. Suele decirse que las barreras se levantan por miedo y el miedo viene producido por la incomprensión, por no saber qué nos vamos a encontrar. Y lo que nos encontramos es que estas personas no son muy diferentes a nosotros, más bien al contrario. Son capaces de lo mismo, en este caso de hacer música y de disfrutar de los espacios de ocio exactamente igual que el resto de las personas que están ahí. Cuando vemos que estamos haciendo lo mismo, que no vamos a encontrar nada “imprevisible”, por así decirlo, las barreras caen por su propio peso; ya no son necesarias. Esto indudablemente hace que cambiemos nuestro punto de vista y que nuestros valores se enriquezcan y crezcan. Ese es en esencia el gran beneficio colectivo de la inclusión.

P. El concierto de Karma 13 no era un concierto cualquiera, hay mucha historia detrás.

R. Así es. Hemos tenido la oportunidad de ensayar e incluso de grabar con ellos, que es como el destino último de un músico, ¿no? La música nos permite disfrutar, tiene una finalidad por sí misma, pero también nos permite trabajar la concentración o el autocontrol, y por supuesto la psicomotricidad. Pero eso es la consecuencia para nosotros. La filosofía del Centro de Creación de ADISLAF es sobre todo que los artistas hagan arte, que los músicos toquen, actúen y graben, y que lo hagan profesionalmente bien. Que aprovechen los beneficios de la música, pero como todos los demás, tengan o no discapacidad, los que tocan, los que bailan o los que la escuchan. En ese sentido colaborar con Karma 13 ha sido una experiencia increíble, porque nos han invitado a colaborar porque somos músicos, con discapacidad, sí, pero porque somos músicos. Y nos han invitado precisamente a hacer música. Asistir a un concierto suyo y poder participar es algo que cualquier músico hace con sus compañeros y lo disfruta más que nadie. Probablemente ahí es donde nace tanta ilusión.